La presencia de fibromas uterinos puede ser una fuente de angustia para muchas mujeres en edad fértil. Es por eso que muchos optarían por extirparlos quirúrgicamente o por otros medios no invasivos.
Por otro lado, hay quienes han optado por no eliminarlos. Si decide hacer lo mismo, debe comprender qué significaría su decisión para su cuerpo.
¿Por qué no elegir la eliminación?
Antes de hacer nada, es importante saber por qué la no eliminación es una buena opción. Todo esto se remonta a la naturaleza misma de los fibromas.
Ocurriendo en mujeres durante su embarazo y menopausia, los fibromas pueden ser crecimientos que recubren el útero y el tracto uterino. Son leves en la mayoría de los casos y son un subproducto de los constantes cambios hormonales en el cuerpo.
Además, hay más casos de crecimiento de fibromas que ocurren en mujeres durante su etapa menopáusica que durante su etapa reproductiva. De hecho, el 80% de los fibromas eliminados se producen en mujeres de entre 40 y 40 años, mientras que el 20% restante se atribuye a mujeres de entre 20 y 30 años.
Si también considera que los fibromas uterinos generalmente obstaculizan la capacidad de una persona para concebir o cuidar a un niño cómodamente en el útero, es fácil ver por qué muchos se contentan con no eliminarlos. Sin embargo, esto no garantiza que los fibromas no afecten negativamente a una persona en ninguna etapa de su vida.
Los síntomas
La amenaza que representa un fibroma está directamente relacionada con su tamaño y ubicación. Por ejemplo, los fibromas que se desarrollan en la cavidad uterina pueden causar infertilidad o pérdida del embarazo.
Si crecen cerca del tracto urinario, también pueden causar dolor abdominal leve y necesidad frecuente de orinar. Otros síntomas de un fibroma incluirán los siguientes:
Sangrado menstrual más que su volumen habitual.
Periodos menstruales más largos. Dependiendo del tamaño, la extensión puede variar desde unos pocos días hasta varias semanas.
Estreñimiento crónico.
Dolor en la espalda y piernas.
Dolor de cabeza y mareos ocasionales debido a los desequilibrios hormonales que lo acompañan.
En algunos casos, el fibroma puede causar períodos cortos de dolor. Sin embargo, esto es bueno porque significa que ha excedido su suministro de sangre y pronto morirá.
¿Cuándo deberías ver a un médico?
Aunque los fibromas uterinos son generalmente inofensivos, su capacidad de crecer alimentándose de su sangre y nutrientes puede ser problemática. Todo depende de dónde crecen, pero sus efectos podrían volverse severos cuanto más tiempo permanezcan en el cuerpo.
Consulte a su médico si continúa experimentando lo siguiente:
Dolor pélvico intenso que no desaparece en pocos días.
Sangrado o manchas entre sus períodos habituales.
Dificultad prolongada para vaciar la vejiga.
Momentos de dolor en el abdomen que son prolongados e incluso insoportables.
Ciertamente, todos estos síntomas no indican que tenga un fibroma grande y en crecimiento en su cuerpo. De todos modos, es mejor consultar a un profesional de la salud para que los síntomas se puedan aliviar lo antes posible.