Si bien los fibromas uterinos se desarrollan y afectan principalmente el sistema reproductivo, otros órganos y partes del cuerpo alrededor del área también pueden verse afectados. Dependiendo de la ubicación del crecimiento, los fibromas pueden causar dolor nervioso, sudoración nocturna y compresión del nervio femoral. Tal dolor puede dificultar realizar incluso las tareas diarias normales.
Diagnóstico de fibromas
Según estudios médicos, se espera que la mayoría de las mujeres tengan fibromas en su vida. Están en mayor riesgo alrededor de los 30 a 50 años o alrededor de la menopausia. Solo un porcentaje de mujeres con fibromas experimentará síntomas como dolor nervioso y sudores nocturnos. El tratamiento generalmente no es necesario a menos que los síntomas sean severos, afecten la calidad de vida o amenacen la salud y la vida del paciente.
El tamaño de los fibromas puede ser tan pequeño como un guisante o tan grande como una sandía. También pueden desarrollarse en grupos. Cuanto más grandes son, más probable es que el paciente experimente síntomas. También pueden dar la impresión de que la paciente está embarazada de varios meses.
Los fibromas pueden desarrollarse dentro o fuera del útero. Los síntomas que causan dependen de su tamaño y ubicación. La mayoría de los fibromas son subserosos (debajo de la pared externa de la pared uterina) o intramurales (en la capa media de las paredes uterinas). Estos crecimientos tienden a presionar hacia adentro del útero o hacia afuera hacia los órganos vecinos y partes internas como la vejiga, los intestinos y los nervios espinales.
Cuando los fibromas causan dolor nervioso
Los fibromas suficientemente grandes pueden ejercer una presión excesiva sobre los nervios pélvicos y causar dolor que se irradia por la pierna y hacia las caderas, las nalgas y la espalda baja. Los fibromas subserosos en la parte inferior del útero pueden causar compresión del nervio femoral. La ciática también es un síntoma común cuando se desarrollan fibromas grandes en la parte posterior del útero y cerca de la columna vertebral.
También hay un aumento en el dolor nervioso debido a los fibromas uterinos alrededor del período del paciente. Esto se puede atribuir al aumento de la presión en la región pélvica debido al mayor flujo sanguíneo. Para las mujeres que pasan por la perimenopausia y la menopausia, se puede sentir dolor en los nervios junto con otros síntomas como sudores nocturnos, fatiga y trastornos del sueño.
Lidiando con el dolor
Cuando el dolor nervioso se debe a la compresión, la única solución lógica es eliminar lo que ejerce presión sobre el nervio. En el caso de los fibromas, los tumores deben extirparse o reducirse para que no afecten los nervios.
Inicialmente, un examen médico debe ser realizado por un especialista para poder evaluar los síntomas y hacer un diagnóstico. También hay pruebas de imágenes que podrían hacerse para obtener una imagen más precisa de la causa del dolor nervioso y la compresión del nervio femoral. Se pueden recetar analgésicos, pero el tratamiento debe centrarse en resolver la causa subyacente, que es el crecimiento de los fibromas uterinos. Si se necesita cirugía, el especialista debe poder discutir la cirugía, así como el tipo de atención pre y posoperatoria que necesita y los efectos secundarios, entre otros.