¿Cáncer uterino o fibromas uterinos? Una mirada comparativa a los síntomas, diagnóstico y pronóstico.
Los fibromas uterinos son comunes en mujeres de entre 35 y 50 años. Según el Departamento de Salud y Servicios para la Mujer de los Estados Unidos, del 20 al 80% de las mujeres desarrollarán fibromas en su vida.
Y, dado que los síntomas de los fibromas uterinos y el cáncer uterino son más o menos los mismos, muchas mujeres se preguntan: ¿se puede diagnosticar erróneamente el cáncer uterino como fibromas uterinos?
Entendiendo los fibromas uterinos
Los fibromas son crecimientos benignos en las paredes del útero. El término médico para este tipo de fibroma es leiomioma o simplemente mioma. Una mujer puede tener uno o más crecimientos en diferentes partes del útero. Puede ser tan pequeño como una semilla de fruta o tan grande como una toronja.
Los signos más comunes de los fibromas incluyen:
Ciclo menstrual irregular
Sangrado menstrual abundante
Reglas dolorosas
anemia
Micción frecuente
estreñimiento
Dolor de espalda baja
esterilidad
Dolor durante el coito
Abdomen agrandado
Sensación de plenitud en la parte inferior del abdomen.
Complicaciones durante el embarazo que conducen principalmente a una cesárea.
No todas las mujeres con fibromas experimentan estos síntomas. En la mayoría de los casos, aquellos con crecimientos muy pequeños no tienen síntomas.
Diagnóstico de leiomiomas uterinos
El sangrado menstrual anormal suele ser el primer síntoma que lleva a una mujer a ver a un ginecólogo para un chequeo. El procedimiento de diagnóstico para el leiomioma generalmente incluye:
Examen físico (control de irregularidades en el útero)
Ultrasonido (las ondas sonoras se usan para obtener una imagen de lo que hay dentro del útero y para verificar la ubicación y el tamaño de los fibromas)
Análisis de sangre completo (para excluir la anemia u otras posibles causas de sangrado menstrual)
Estos procedimientos de diagnóstico básicos son generalmente suficientes. Pero para las mujeres mayores, especialmente aquellas que se acercan a la menopausia, pueden ser necesarios otros procedimientos: resonancia magnética, histerososografía, histerosalpingografía e histeroscopia son solo algunos ejemplos.
Deshágase de los crecimientos benignos.
No hay un solo paso para tratar los fibromas uterinos benignos. Estos normalmente desaparecen y se reducen después de la menopausia cuando las hormonas reproductivas ya no están activas en el cuerpo. Los crecimientos no son cancerosos y generalmente no interfieren con la capacidad de una mujer para quedar embarazada.
Algunas mujeres buscan tratamiento activamente porque los síntomas ya interfieren con su bienestar general. Algunos pueden prescribirse con medicamentos reguladores de hormonas, procedimientos no quirúrgicos y quirúrgicos.
Desviando la atención al cáncer uterino
El cáncer uterino es la acumulación de tumores o tumores malignos en el útero. Los factores de riesgo incluyen falta de parto, obesidad, menopausia, antecedentes familiares de cáncer uterino, inicio temprano de la menstruación (antes de los 12 años), hiperplasia, terapia con estrógenos, radiación de la región pélvica y síndrome de Lynch.
Algunos de los signos más comunes de cáncer uterino incluyen:
Sangrado vaginal anormal que no es parte del ciclo menstrual.
Sangrado después de la menopausia.
Micción dolorosa
Dolor durante el coito
Dolor pélvico
Todo sobre diagnóstico y tratamiento.
El signo más común de cáncer uterino es el sangrado vaginal anormal. El médico primero realizará un examen pélvico para detectar anomalías. Una prueba de Papanicolaou y una ecografía son las próximas pruebas de diagnóstico no invasivas. Si los resultados parecen positivos, una tomografía computarizada o una resonancia magnética ayudarán a confirmar el diagnóstico.
La confirmación final vendrá de una biopsia. Este procedimiento primero requerirá una cirugía menor para tomar una muestra del tejido del revestimiento uterino y el tumor. En otras palabras, la biopsia confirmará la presencia de células cancerosas en el tejido.
El cáncer uterino, cuando se diagnostica temprano, tiene una alta tasa de tratamiento dentro de los cinco años. Sin embargo, muchos factores afectan la tasa de supervivencia, incluida la salud general del paciente, el tamaño y tipo de tumor maligno y la etapa del cáncer en el momento del diagnóstico.
¿Cómo sé si tengo cáncer o fibromas uterinos?
Como ha aprendido, los síntomas de los fibromas y los del cáncer uterino son prácticamente los mismos. La única excepción es cuando el cáncer se ha diseminado y ha terminado el sistema inmunológico del cuerpo, que ya muestra un deterioro grave de la salud.
La única forma segura de averiguar si un fibroma es canceroso y detectarlo en una etapa temprana es hacer un diagnóstico completo que finalice con una biopsia. Es necesaria la extirpación quirúrgica del crecimiento, luego se analizará una muestra de tejido para detectar la presencia de células cancerosas.